Debo pagar, ¿me conviene hacerlo antes?



Cuando buscamos departamento, solventar nuestras deudas o conseguir mayor liquidez, los préstamos y créditos bancarios suelen ser una de las herramientas y soportes financieros más socorridos, en tanto son prácticos, confiables y desde un inicio se plantean escenarios, plazos, pagos, así como tazas y eventualidades. Al estar regulados, los préstamos son un mecanismo seguro y viable. Aunque, como es bien sabido, los detalles siempre se encuentran en las letras pequeñas. 


Y pese a que no todos los créditos son iguales ni emplean el mismo mecanismo de pagos, debes tener en cuenta que cualquiera debe brindarte un desglose del monto que debes y los pagos que tendrás que dar, así como la proporción de cuánto corresponde al pago de capital y cuánto a intereses, algo que se conoce como amortización. Asimismo, un crédito viene acompañado por una firma de cláusulas a las cuales tendrás que apegarte. Leerlas, conocerlas y cumplirlas es tu responsabilidad y deber, al tiempo que un beneficio para ti, ya que te blinda ante cualquier incumplimiento, cargo o demora no contemplado en dichos estatutos. Es en esencia un contrato legal para tener “la película completa”, por decirlo de alguna manera.


Detengámonos en la amortización, ya que será clave para saber si puedes o no, si conviene o perjudica, el que tú adelantes pagos para liberar más pronto tu deuda. Cabe recalcar que tu tabla de amortización no es otra cosa más que el desglose de los pagos que deberás hacer durante el tiempo estipulado de tu deuda, en donde la mayoría de los pagos suelen ser mensuales. Ahí podrás ver la cantidad que se abona a capital, el monto de los intereses ordinarios, el saldo insoluto y otros costos adicionales y opcionales, tales como comisiones, bonificaciones, primas de seguros obligatorios, entre otros.


En todas las condiciones de pago deberás poner especial atención a tres elementos clave:


1. Etapas. Los créditos suelen cobrar intereses durante los primeros meses y para la parte final sólo se paga a capital. Si tu crédito corresponde a esta modalidad y ya estás en una etapa de pago casi final, lo más conveniente será conservar tu liquidez en lugar de adelantar pagos, ya que no habrá mayor diferencia. 


Y si bien hay quien prefiere terminar con un pendiente financiero más, no habrá un beneficio por tu pago adelantado. 


2.Cargos, comisiones y penalizaciones. Existen bancos que suelen fijar un costo extra por hacer pagos antes de tiempo (recuerda que buena parte de sus ganancias está en los intereses), o incluso antes de que sean exigibles. Tu deber es fijarte muy bien, preguntar y corroborar reiteradamente tu crédito está bajo esta modalidad, ya que si es el caso deberás evaluar si te conviene o no estar pagando intereses aún cuando luzca una posibilidad real tener una solvencia en el futuro. 


3. Posibilidad de reestructura. Actualmente, son los créditos y préstamos más atractivos en el mercado los que brindan mayor flexibilización de pagos. Estos se rigen bajo tres caminos: disminución del monto de los pagos pero mismo plazo estipulado; reducción de plazo pero aumento de monto periódico a pagar, y un esquema mixto, en donde puedes acortar tanto el monto como el plazo del crédito, dependiendo de los objetivos.


Habrás de ver también la sutil diferencia entre “adelanto” y “anticipo” en cuanto a tus pagos se refiere, ya que cada uno impacta de forma distinta. Un pago anticipado es aquel que realizamos previamente a la fecha éste debe efectuarse, es decir antes de tu fecha de corte y se aplica directamente sobre el saldo insoluto del capital, sin incluir intereses ni otros costos.


Por su parte, el adelantado cubre los gastos siguientes sin que éste sea exigible necesariamente. En este caso se aplica a las mensualidades siguientes que se conforman por capital, intereses y otros costos como seguros y comisiones. Aquí no hay alteración alguna en tu deuda ni en la tabla de amortización.


Pongamos un ejemplo: Supongamos tienes un crédito de un millón pesos a pagar a un año, por lo que tus pagos mensuales serán de 83,333 pesos, aproximadamente, sin contar intereses, cargos ni moratorias por adquirirlo. En el proceso te fue muy bien con una venta y obtuviste una ganancia más un guardadito que tenías por cerca de 250 mil pesos.


Una primera opción será solicitar que ese pago se destine a cubrir directa y exclusivamente el capital que debes sin intereses, así estarás acortando de forma sustancial el monto total sobre el cual se calcularán los intereses, por lo que en el futuro estos también se modificarán a la baja. 


Esto provoca que en el futuro seguirás pagando esos 83,333 pesos mensuales, pero terminarás de pagar en menos de un año, con una tasa de intereses también menor. O bien, por el contrario, seguirás pagando por un año, pero las mensualidades se reducirán sustancialmente. Esto en el caso de pagos anticipados.


En el mismo escenario pero con pagos adelantados, puedes dar esos 250 mil pesos extra que tuviste, como un pago adelantado. Esto sólo cubrirá tus próximas mensualidades, tres meses hacia el futuro, o incluso menos si consideras el interés del mes el pago a capital. Esto sólo implica ganar tiempo para ti. Así puedes seguir tranquilo o sólo no pagar ese par de meses o tres que en teoría tienes ya cubierto. 


Ahora ya lo sabes: no es lo mismo adelantar que anticipar, y no todos los créditos son iguales en este sentido. Adelantar es prevenir y te brinda mucha calma que tus prioridades pueden cubrirse antes de lo estipulado, sin embargo habrá que poner especial atención a los detalles pequeños y sutiles cuando solicitas uno. ¡Mucha suerte en tus pagos!