Diario de agradecimiento: Cada día en el paraíso



Históricamente, y pese a todas las adversidades o puntos mejorables de nuestra cultura, los mexicanos tenemos una dinámica del agradecimiento genuino. Ante cualquier problema, eventualidad o adversidad, la gratitud forma parte de nuestro ecosistema más esencial.

En la cultura budista hay una visión que radica en que cada ser existe gracias a que a cada uno lo mantiene una enorme y compleja red o tejido de relaciones con los demás. De acuerdo al budismo, adquirir consciencia de esta relación nos inspira agradecer a todo lo que existe. “¿Qué estoy haciendo yo para mejorar la situación en la que nos encontramos?, ¿de qué manera estoy retribuyendo todo lo que me es dado?”.

Agradecer es seguir fluyendo con las cosas y no detener su curso, aunque parezca que todo gira en dirección opuesta, haciéndonos nuestro día a día un tanto más complicado. Tanto en el mundo de los negocios, como en la vida misma, así como en nuestro fuero interno, agradecer es aceptar y dialogar con aquello que podemos cambiar y lo que cae por su propio peso.

¿Qué cosa nueva aprendiste hoy?, ¿de qué te diste tiempo?, ¿cómo la cuarentena y el confinamiento han ayudado a que te acerques de mejor manera a tu pareja y a tu familia?, ¿qué has visto de ti mismo, con quién has hablado y cómo lo has enfrentado? Cada día hay al menos un motivo para seguir adelante. Agradecer es verlo, reconocerlo y da un valor simbólico a nivel psicológico que de otra forma no tendríamos presente.

La palabra gratitud proviene del vocablo latín “gratia”, que significa gracia, elegancia o agradecimiento; un gesto que entraña la capacidad de apreciar todo lo que tenemos, ya sea tangible o intangible.

Sin importar tu credo o religión, la práctica diaria del agradecimiento interno y externo, al iniciar el día, a lo largo de la jornada, frente al trabajo de otros y el nuestro, dar las gracias ayuda a hacer fácil lo difícil, y lo fácil, hermoso. Al enumerar cada cosa positiva, por pequeña que sea, te das cuenta que todo es un regalo. Una suerte de bendición que no cambia.

No hay mal que dure años, y todo vuelve a su cauce natural, tarde o temprano. Por ahora, voltea a tu alrededor y ve todo lo valioso que tienes y tenemos. Gracias.