Desde su llegada al mundo y hasta que se encuentran encaminados en la dinámica escolar básica, los niños vienen a reconfigurar nuestro mundo entero, forjando una historia del más fuerte afecto, diversión, esfuerzos y aprendizajes que terminan por dar un sentido de trascendencia a nuestras vidas. Como padres, procurarles los mejores espacios para vivir es sin duda una de nuestras principales tareas.
Verlos jugar, correr, reír y convivir con otros niños es una constante vital en su desarrollo, es por ello que pensar y planificar muy bien que el lugar en donde vivan y convivan sea espacioso, seguro, suficiente y que además incorpore un área exclusiva de juego y esparcimiento para ellos, traerá los beneficios más plenos para ellos, desde una salud y ser social en óptimas condiciones, hasta lograr una habilidad motriz deseada y un contacto entre su cuerpo y las dinámicas de juego, mismas que estimulan su inteligencia, sensibilidad y creatividad.
Desde el punto de vista de la ciencia y la medicina, las áreas exclusivas de juego son esenciales para su desarrollo neuronal y coordinación motriz gruesa y fina. En todas las etapas de crecimiento hasta llegar previo a su adolescencia. Tan sólo las actividades físicas mediante el juego ayudan a un bebé a tener un mayor control de su cuerpo y a perfeccionar sus habilidades físicas, por ejemplo tomar objetos, soltarlos o aventarlos de forma intuitiva son movimientos que fortalecen el desarrollo y la coordinación.
En el plano educativo, estas áreas que idealmente tienen que ser suficientes en cuanto espacialidad para poder albergar una convivencia infantil armónica, además de seguras tanto en su vigilancia como en su diseño y materiales- impactan de manera positiva y benéfica en los procesos cognitivos y sociales de los niños, así como en la adquisición de una capacidad mayor para interactuar con otros niños.
Actualmente, un desarrollo superior para habitar debe incorporar sin duda alguna un área de juegos infantiles a su oferta de amenidades exclusivas y valor agregado, ya que ésta también funge en beneficio no sólo de los infantes sino también de los padres y otros adultos, quienes en estos juegos fortalecen de forma lúdica, libre y recreativos los vínculos afectivos y de otros tipos que se requieren para una vida plena.
Actividades como dejarlos en libertad de a poco, que conozcan su cuerpo y aspectos del mundo exterior, moverles las manos, cantarles y sugerirles un estímulo al jugar, van forjando niños que comprenderán dinámicas, lógicas y reglas, que estimularán la coordinación y aprenderán cosas de su realidad que habitualmente no están en casa.
Áreas sobresalientes y exclusivas que hoy se incorporan a la amplia oferta de amenidades de GIM Living Spaces, contribuyen también a detectar de forma clara e ideal sus capacidades y limitaciones, para así poderlas estimular, tratar o corregir a tiempo.
Ahora lo sabes: detrás de las escaleras, resbaladillas y rehiletes hay algo más que diversión: es en el juego donde el cuerpo dialoga con otros cuerpos para manifestar el placer que le provocan algunas acciones, para proponer nuevas maneras de jugar y para esperar el turno, esperar lo que el otro va a hacer con su cuerpo y preparar el propio para dar respuesta a ese cuerpo.