Durante todos estos meses, la pandemia nos ha mostrado que la incertidumbre laboral y financiera es uno de los síntomas más difíciles y evidentes, mismo que no figura se vaya a modificar en sentido positivo, al menos en el corto plazo. Prevenir y construir una estrategia sólida se vuelve, hoy más que nunca, una necesidad casi obligatoria.
Sin embargo, esa incertidumbre, lo que parece decirnos es “toma tus precauciones”. Invertir en un negocio, en la bolsa u otro activo pareciera un riesgo evidente, alto y sin mucha opción de retorno. Es así que adquirir una propiedad, especialmente un departamento, se convierte actualmente en uno de los caminos más viables y sólidos en tiempos tan complejos como los que vivimos.
Así, ya sea con el objetivo de generar ingresos extra o buscar una libertad financiera mucho más sólida en términos de inversión, comprar un departamento siempre será buena opción, por distintas razones en donde la apreciación es prácticamente inminente, la concentración de gastos se dirigen a un mismo objetivo de forma más práctica, y la buena ubicación, así como el índice de rentabilidad van sumando y potenciando dicha inversión, en el largo plazo pueden representar incluso un flujo de efectivo constante.
Además, y contrario a la adquisición de una casa de grandes dimensiones, un departamento conlleva menor coste tanto de adquisición como de manutención y reparación, en caso de deterioro por uso o percances.
Adquirir un departamento bien ubicado y nuevo es una inversión que te evita todos los gastos no contemplados que si lo hicieras con una casa, ya que esto te asegura que las condiciones de la propiedad inmobiliaria son óptimas, seguras y funcionales, pero sobre todo completamente tuyas. Además, puedes conocer los detalles de la construcción y adquirirlo en preventa, con todos los beneficios que ello conlleva (menos costos operativos, precio preferencial y posibilidad de elegir departamento).
En este sentido, la inversión inmobiliaria es un objetivo que conforme va avanzando se va pluralizando y asegura ingresos para mantener un flujo constante, el cual estimula un aumento notable de tu patrimonio, logrando en el paso estabilidad financiera y una vida mucho más tranquila en cuanto al aspecto económico se refiere.