Estrategia de inversión: calidad de vida y ubicación estratégica



Al momento de adquirir el que será nuestro próximo hogar y el de nuestra familia, una enorme lista de elementos entran en juego para tomar la mejor decisión:desde las dimensiones, el costo y el tipo de amenidades del lugar, pasando por su desarrollo, comodidad, accesibilidad e incluso detalles como que pensamos como nimios, tales como la orientación solar o si hay baño extra dentro o fuera de la habitación, importa.

 

Dentro de esa lista interminable, hay un factor de peso, que la mayoría de las veces decide o influye de forma sustancial sobre la decisión final: la ubicación.

 

Y es que esa relatividad exterior para muchos lo es todo, ya que mientras algunos busquen vivir en una zona acaudalada, bulliciosa e hiper conectada, habrá otros que deseen y ponderen una accesibilidad estratégica y equilibrada.

 

Antes de dejarte llevar por las áreas verdes y la imponente vista desde el balcón ola terraza, cabe preguntarse si tu potencial casa o departamento está bien ubicado, pero al mismo tiempo vale la pena ver qué tipo de inquilino eres y serás, qué dinámica familiar llevan y cómo planean vivir ese cambio y paso importante que es habitar el que será por muchos años, el hogar de nuestro sueño.

 

Seguridad. Investiga qué tan seguro es la zona y la colonia que habitarás, qué hay alrededor y cuál es la incidencia reciente. Lo ideal es vivir en una colonia con suficiente vigilancia, iluminación, cercana a centrales policiacas o de seguridad inmediata.

 

Tranquilidad. La ubicación ideal es aquella que permite el equilibrio, no estar tan lejos de nuestro centro de trabajo pero lo suficientemente libre del ajetreo, estrés, ruido, tránsito local y actividad durante el día. Un barrio apacible es la joya de la corona en temas de ubicación.

 

Servicios. Muchas veces, el barrio es tranquilo, pero está lejos de la escuela, el centro comercial o la lavandería.Si tu nueva casa o departamento te aleja mucho de servicios recurrentes a los que tienes que ir con frecuencia de forma personal, quizás haya que reevaluar.

 

Una ubicación perfecta te permite salir al gimnasio, hacer tus compras o encomendarlas de forma rápida, práctica y sencilla. Cuando estamos con un desarrollo que resuelve esto de forma interna y nos pone adentro la lavandería o área para correr, estamos ante un lugar con más puntos, que no hay que dejar ir.

 

Traslados y salidas. Si harás más de dos horas a la escuela, al trabajo, o representa tiempo de tráfico considerable para cualquier miembro de la familia, habrá que pensárselo dos veces. Y es que hoy en día la ubicación puede ser un lugar bello, cómodo, seguro y tranquilo, incluso conectado, pero si nos aleja totalmente de nuestro ritmo diario, parte las rutinas de la mayoría o quiebra los tiempos, quizás haya que dejarlo ir.

 

El futuro importa

 

Por último, considera el mañana y adelántate un poco a los posibles escenarios. Hoy en día, la mayoría de las casas o departamentos bien ubicados se encuentran en zonas que están en crecimiento y construcción, así que evalúa: quizás hoy no haya un centro comercial, pero tal vez cuando termine el desarrollo se contemple. En tal caso, no sólo tendrás una comodidad adicional (cine, tiendas y servicios cerca), sino que además tu adquisición tendrá una plusvalía estimable.

 

Por otro lado, si sabes que esa zona de aire puro y aves calmas al amanecer serán reemplazadas el día de mañana por bocinas de coches o un nuevo antro de moda, yeso romperá con tu amada tranquilidad, quizás sea mejor recular antes de tiempo. El futuro importa, y mucho.

 

Ahora ya lo sabes: una buena ubicación no sólo es cercanía, vigilancia y accesos avías principales. Una buena ubicación es, ante todo, calidad de vida, salud y felicidad. No te desesperes, que cada vez estás más cerca de lo que crees.