Invertir puede sonar complicado si estás comenzando, pero la realidad es que no necesitas ser un experto para dar tus primeros pasos.
Con la información adecuada y una buena planificación, puedes construir una cartera de inversión que te ayude a alcanzar tus metas financieras.
En esta guía te explicamos qué es, por qué tener una, cómo comenzar desde cero y algunos consejos clave para hacerlo con éxito.
¿Qué es una cartera de inversión?
Una cartera de inversión es el conjunto de activos donde una persona coloca su dinero, como acciones, bonos, fondos o bienes raíces.
Funciona como una “canasta” diversificada para hacer crecer el capital, protegerlo y reducir riesgos. Cada cartera se adapta a los objetivos, edad y perfil del inversionista.
Por ejemplo, alguien joven puede apostar por acciones, mientras que una persona cercana al retiro podría preferir instrumentos más seguros como bonos o CETES. 1.
¿Por qué tener una cartera de inversión?
Tener una cartera de inversión te permite poner tu dinero a trabajar.
Aquí te compartimos tres razones por las que deberías considerar construir una:
- Te ayuda a alcanzar tus metas financieras: Ya sea que quieras comprar una casa, pagar una maestría o ahorrar para tu retiro, invertir puede acelerar ese proceso.
- Protege tu dinero contra la inflación: Si solo guardas tus ahorros en una cuenta sin rendimientos, con el tiempo pierden valor. Invertir ayuda a aumentar tus ahorros.
- Generas ingresos pasivos: Algunas inversiones, como bonos o acciones, pueden darte ingresos periódicos sin que tengas que trabajar por ellos.
En resumen, invertir es una herramienta clave para lograr estabilidad y crecimiento financiero a mediano y largo plazo.
¿Qué necesito para empezar desde cero?
Si nunca has invertido antes, no te preocupes. Puedes comenzar con poco dinero y sin conocimientos avanzados.
Esto es lo que necesitas:
- Objetivos claros: Define para qué quieres invertir y en qué plazo (corto, mediano o largo).
- Un presupuesto: Revisa cuánto puedes invertir sin afectar tus gastos básicos.
- Conocer tu nivel de riesgo: ¿Estás dispuesto a tolerar variaciones en el valor de tus inversiones? Esto determinará si eliges renta fija, renta variable o una mezcla de ambas.
- Educación financiera básica: Es importante entender los conceptos fundamentales para tomar mejores decisiones.
- Un asesor financiero (opcional pero recomendable): Si puedes, acude con un profesional que te oriente según tus metas y tu perfil.
Hoy en día, también existen plataformas digitales que permiten invertir desde tu celular con montos bajos y asesoría automatizada 2.
Pasos para construir tu cartera
A continuación, te explicamos paso a paso cómo construir una cartera de inversión desde cero:
- Define tus metas: ¿Qué quieres lograr con tu inversión y en cuánto tiempo? Por ejemplo: "Ahorrar para el enganche de una casa en 5 años".
- Evalúa tu perfil de riesgo: ¿Prefieres seguridad o estás dispuesto a asumir más riesgo a cambio de mayores ganancias? Este puede ser conservador, moderado o agresivo.
- Elige los tipos de activos:
Renta fija: Instrumentos más estables, con rendimientos conocidos (como bonos del gobierno o pagarés bancarios).
Renta variable: Activos que pueden subir o bajar de valor según el mercado (como acciones de empresas).
- Distribuye tus inversiones: Reparte tu dinero entre distintos activos. Por ejemplo, un perfil moderado podría invertir 60% en renta fija y 40% en renta variable.
- Invierte y da seguimiento: Una vez que inviertas, no olvides revisar tu cartera cada cierto tiempo. Ajusta si tus objetivos o las condiciones del mercado cambian.
Consejos finales para nuevos inversionistas
Invertir por primera vez puede parecer abrumador, pero con los pasos correctos, es una gran oportunidad.
- Empieza con poco: No necesitas grandes cantidades para comenzar. Lo importante es crear el hábito y aprender.
- Diversifica: No pongas todo tu dinero en una sola inversión. Esto reduce el riesgo de pérdidas grandes.
- Piensa a largo plazo: Los mejores resultados llegan con el tiempo. No te desesperes si al inicio ves movimientos negativos.
- Evita las promesas de “dinero rápido”: Desconfía de esquemas que prometen rendimientos altos en poco tiempo. Lo más seguro es ir paso a paso con estrategias 3.
Conclusión
Tener una cartera de inversión bien construida es un paso fundamental para mejorar tus finanzas personales. No importa si comienzas con poco o desde cero, lo importante es tomar acción.
Con objetivos claros, conocimiento básico y una estrategia adecuada, puedes poner tu dinero a trabajar a tu favor.
Recuerda que cada decisión de inversión debe estar alineada con tu nivel de riesgo, tus metas y tu situación actual. Y si tienes dudas, un asesor financiero siempre puede ser tu mejor aliado.
Referencias:
1 Gitman, L. J. (2005). Fundamentos de inversiones. Pearson educación.