En los últimos años, ha cobrado fuerza un concepto clave para entender la relación entre las comunidades humanas y su entorno natural: el patrimonio biocultural.
A diferencia de otros enfoques que separan lo natural de lo cultural, este reconoce la profunda conexión entre la biodiversidad y las formas de vida, conocimientos y prácticas de los pueblos.
Pero ¿qué es exactamente el patrimonio biocultural? En este blog, te lo explicamos de manera sencilla, junto con sus componentes, ejemplos y la importancia de protegerlo.
¿Qué es el patrimonio biocultural?
El patrimonio biocultural es el conjunto de saberes, costumbres y formas de vida que las personas han creado al relacionarse con la naturaleza.
Este concepto combina dos dimensiones fundamentales:
- Biodiversidad: plantas, animales, ecosistemas y recursos naturales.
- Cultura: conocimientos tradicionales, gastronomía, técnicas agrícolas, medicina tradicional, rituales, etc.
El patrimonio biocultural muestra cómo las personas han aprendido a vivir y usar la naturaleza de manera sostenible, creando formas de vida únicas que pasan de generación en generación 1.
¿Por qué es importante proteger el patrimonio biocultural?
La importancia del patrimonio biocultural radica en su valor para las comunidades locales y para la humanidad en general:
- Identidad y continuidad cultural: Representa la memoria viva de los pueblos y fortalece su sentido de pertenencia.
- Sustentabilidad: Muchas prácticas bioculturales están basadas en el respeto por la naturaleza y en formas sostenibles de uso de los recursos.
- Diversidad: Protege tanto la biodiversidad como la diversidad cultural, dos aspectos esenciales para un planeta equilibrado.
- Conocimiento útil: Los saberes tradicionales pueden aportar soluciones frente a desafíos actuales como el cambio climático, la seguridad alimentaria o la salud comunitaria.
La pérdida del patrimonio biocultural se relaciona con la desaparición de lenguas, deforestación, migración y la homogeneización cultural.
Componentes del patrimonio biocultural
El patrimonio biocultural se puede observar en diversos aspectos de la vida cotidiana, entre los cuales destacan:
- Prácticas agrícolas tradicionales: Como la chinampa, la roza o el uso del calendario agrícola indígena.
- Saberes medicinales: Uso de plantas curativas, conocimientos sobre el cuerpo y la salud sin recurrir a la medicina moderna.
- Lenguas originarias: Muchas lenguas indígenas incluyen palabras específicas sobre plantas, animales y fenómenos naturales locales.
- Gastronomía tradicional: Recetas, métodos de preparación y conservación de alimentos.
- Festividades y rituales: Celebraciones que integran elementos naturales como el agua, el fuego, las montañas o la luna.
- Artesanía y arquitectura: Uso de materiales locales y técnicas ancestrales.
Estos elementos no sólo son culturales, sino que también están ligados directamente al ecosistema donde se originaron, lo que los hace únicos e irremplazables 2.
Amenazas al patrimonio biocultural
Lamentablemente, el patrimonio biocultural enfrenta múltiples amenazas:
- Expansión urbana y agrícola industrial.
- Contaminación y pérdida de ecosistemas.
- Discriminación hacia las culturas originarias.
- Abandono del campo por falta de oportunidades.
- Cambios en las dietas tradicionales por productos ultraprocesados.
Cuando se pierde una lengua, una receta o una técnica de cultivo, también desaparece una forma única de ver y habitar el mundo.
¿Cómo se puede proteger?
Existen diversas estrategias para conservar el patrimonio biocultural:
- Documentar y difundir los saberes tradicionales mediante proyectos comunitarios y educativos.
- Fortalecer el uso de lenguas originarias.
- Promover la agroecología y el consumo local.
- Fomentar el turismo cultural responsable que respete las costumbres locales.
- Apoyar leyes y políticas públicas que reconozcan los derechos culturales y territoriales de los pueblos indígenas y campesinos.
Pero, sobre todo, la mejor forma de proteger el patrimonio biocultural es respetar y valorar el conocimiento de quienes lo viven día a día.
3 Ejemplos claros de patrimonio biocultural
- Las milpas en México: sistema agrícola tradicional que combina el cultivo de maíz, frijol, calabaza y otros productos, adaptado a diferentes ecosistemas.
- La medicina tradicional indígena: uso de plantas nativas basado en conocimientos transmitidos oralmente 3.
- Los paisajes culturales como terrazas agrícolas, chinampas o sistemas de riego comunitarios.
Estos ejemplos demuestran cómo la biodiversidad y la cultura se sostienen mutuamente. Al perder una, también se pone en riesgo la otra.
Conclusión
El patrimonio biocultural es una riqueza que combina lo natural con lo humano.
No se trata solo de proteger una especie o una receta ancestral, sino de cuidar todo un sistema de vida en equilibrio con el entorno.
En tiempos de crisis ambiental y pérdida cultural, mirar hacia estos saberes y prácticas puede ser clave para construir un futuro más sostenible, diverso y justo.
Proteger el patrimonio biocultural es proteger la vida en todas sus formas.
