Sauna: 3 secretos de salud y bienestar para el verano
Sauna: 3 secretos de salud y bienestar para el verano
Más allá de ser un complemento del placer y el tiempo de relajación dentro de nuestro estilo de vida, el sauna engloba una serie puntual de impactos sutiles sobre nuestro cuerpo, que son la puerta secreta a un sinfín de beneficios para nuestra salud corporal, estética, incluso mental y espiritual.
Comprendida como una vertiente mucho más profunda del baño habitual, la técnica de vapor caliente con objetivos de belleza, relajación y bienestar data de más de 7,000 años hacia atrás, toda vez que el sauna fue el vapor que nació del agua sobre piedras muy calientes en Finlandia, en un inicio con fines completamente rituales, considerándolo un momento sagrado y de visita casi obligada, al menos una vez a la semana.
Con el paso de los años, y al comprobar sus distintos efectos benéficos sobre la salud humana, el sauna comenzó extenderse en todo el mundo, incorporando prácticas locales y con tecnologías cada vez más complejas. Hoy, el sauna comprende un baño de vapor o sudoración realizado en un lugar preparado a muy alta temperatura, no mayor a 70 °C y en donde la humedad relativa es muy alta también.
Pero, ¿qué beneficios trae el sauna? Aquí los tres secretos de la salud y el bienestar, de cara al verano, temporada en la que podremos extraer sus beneficios al máximo. Relájate y disfruta:
1. Salud. Mejor circulación sanguínea, refuerzo del sistema inmunológico, tonificación muscular, mejor latido del corazón (recomendado en ciertos tratamientos cardíacos o de enfermedades coronarias), prevención de infecciones, e incluso como auxiliar en el combate del Alzheimer. Bajo el alto calor del sauna, o la sauna como también se le dice, el cuerpo libera endorfinas que contribuyen a minimizar la artritis y el dolor muscular.
2. Belleza. Depuración de toxinas e hidratación de la piel. Además de la quema de calorías, cuando el cuerpo comienza a producir una sudoración profunda, la piel se limpia y se reemplazan las células muertas, lo que mantiene el funcionamiento de la piel en óptimas condiciones. Así, el sudor de alguna manera “enjuaga” las bacterias de la epidermis, trayendo una mejor circulación capilar y dándole a la piel un aspecto mucho más brillante, vital, suave y sano.
3. Efectos terapéuticos. Regulación y corrección de los trastornos del sueño, relajación y desconexión, tratamiento del estrés, reduce niveles de ansiedad y depresión.
Por si esto no fuera suficiente, el espacio de intimidad o de interacción social que puede propiciar un sauna público, en familia, con amigos o en pareja, refuerza vínculos entre nuestros semejantes, gracias a un tiempo que discurre en la calma, haciéndonos sentir de forma maravillosos, sin tensión y completamente en armonía.
No olvides que la permanencia promedio estimada en un sauna es de 15 minutos, aunque habrá quien resista más o menos, de acuerdo a la temperatura, estado de salud y metabolismo. Se recomienda mantenerse completamente relajados y permanecer al final, al menos dos minutos sentados para luego levantarse suavemente.
De igual forma se recomienda darse un regaderazo posterior con agua fría para obtener los beneficios del contraste de temperaturas, cerrando los poros e insistiendo en la zona de las piernas para facilitar la mejora de circulación sanguínea.
Ya sea húmedo o seco, infrarrojo, finlandés o casero, el sauna es un momento milenario único que nos invita a resetear nuestro cuerpo del estrés y la vida cotidiana, brindándonos placer, salud, belleza y descanso a raudales, con tan sólo unos minutos de humedad y calor.